Como padre de familia, usted es el primer y más importante maestro en la vida de su hijo. Sin duda alguna, el leer con los niños define el éxito en promover la lectura temprana. Llevar a su hijo a la biblioteca lo ayuda a empezar a querer y respetar a los libros desde una temprana edad. Tan pronto como sea posible, es buena idea incluir a los niños — aún a los pequeños — en sus visitas semanales a la biblioteca.
Para los niños
Hasta hace muy poco, las bibliotecas tenían poco o nada que ofrecer a los niños menores de tres años de edad; sin embargo, durante los últimos años un mayor número de bibliotecas ha venido ofreciendo programas para la infancia.
Para los niños más pequeños
Muchas bibliotecas están instituyendo programas para niños de 18 a 36 meses de edad. En estos casos, como en los anteriores, padres e hijos participan juntos en actividades que pueden incluir lectura en voz alta, narración de cuentos, juegos manuales, rimas y canciones. Dado que ésta es una edad muy importante para el desarrollo del lenguaje, el valor de esas actividades consiste en enseñar a los padres o encargados de los niños a comprender, estimular y ser parte de dicho desarrollo.
Para los niños de edad preescolar
A los niños de 3 a 5 años de edad generalmente les gustan las actividades en grupo. Por lo tanto, muchas bibliotecas patrocinan programas para niños de esa edad que no requieren la presencia de los padres. Las actividades más corrientes incluyen lectura en voz alta, narración de cuentos, proyección de películas y programas de marionetas, de artes y artesanías y de lectura. Los programas de lectura a menudo incluyen algún tipo de premio — tal como un certificado o un libro — para los niños que leen un número determinado de libros o que escuchan su narración.
También debemos mencionar que hoy día muchas bibliotecas ofrecen programas especiales para preparar a las personas que se dedican a cuidar niños e incluso invitan a grupos numerosos de niños de jardines infantiles a asistir a programas especiales, tales como los programas de narración de cuentos o de lectura en voz alta. Si Ud. tiene hijos en un jardin infantil, pídale a los encargados que consulten con la biblioteca pública de la localidad sobre cómo planear esas actividades. Conocimiento de libros y de la lectura en voz alta debe formar parte de las actividades del jardín, y la biblioteca pública está mejor preparada que nadie para preparar y enriquecer esos programas.